FOTOGRAFÍA: Dra. Julia Burton - IPEHCS CONICET UNCO-
Los feminismos devenidos en marea desbordan las calles. Ensanchan los márgenes establecidos de lo posible, los desafían, los trascienden. Como cada 8 de marzo, de 2017 en adelante, los feminismos y transfeminismos paramos.
El paro relaciona las violencias machistas con las violencias generadas por la acumulación capitalista. Porque la deuda sigue siendo con nosotras y nosotres, pero también con nuestros territorios, el paro feminista denuncia el saqueo, la precarización de la vida, la feminización de la pobreza y los efectos que tienen sobre nuestras vidas las políticas de ajuste económico.
El paro feminista es un desacato. El paro feminista desafía las nociones tradicionales de trabajo. Pone en el centro de la escena la importancia que tiene el trabajo doméstico y de cuidados para el desarrollo del sistema capitalista. La ausencia de un salario y ser realizadas “en nombre del amor” refuerzan su invisibilización. Únicamente se percibe su importancia cuando dejan de hacerse. Por eso la huelga feminista muestra el carácter eminentemente político de la estructura doméstica. La huelga feminista es revolución.
Porque la deuda sigue siendo con nosotras y nosotres, desde el IPEHCS, adherimos al paro feminista de este nuevo 8M.
Nos encontramos a las 18 hs. en Roca y Avenida, en Neuquén Capital y en las distintas marchas feministas y transfeministas que tendrán lugar en nuestros territorios.